בְּרֵאשִׁית
Breishiyt 3:1 la mujer no supo guardar el Secreto del Jardín del Edén
La exhortación de El Maestro a guardar silencio
Secreto es lo que cuidadosamente se tiene reservado y oculto. ‘Secreto’ en sí es un enigma, una clave, un misterio en lo íntimo del Ser que no puede comunicarse a nadie, salvo a quienes sean los vasos receptores adecuados para preservarlo.
Hay quienes dicen: “Te voy a contar un secreto”, sin embargo, en todos los casos, deja de ser secreto aquello que es contado a vos pópulo y sobre todo a las personas menos indicadas.
Es una falacia decir la frase: “Secreto a voces”.
En muchas ocasiones decir un secreto ha provocado situaciones insospechadas solo por el hecho de no (aprender a) tener la boca cerrada. Hoy por hoy es sumamente difícil que las gentes (gentiles) guarden un secreto. Aún dentro del pueblo de Yisraeil hay quienes no pueden llegar a la estatura de fidelidad requerida debido a su débil proceder en cuanto a conocer y conservar El Secreto inmerso en Las Escrituras Sagradas.
¿Es que tan difícil es no aguantarse las ganas de contar a “Raimundo y a todo el mundo” lo que ‘alguien’ nos ha sabido contar?
¿No nos ha sucedido en múltiples ocasiones, que cuando tenemos un plan reservado, un proyecto, una idea, y la mantenemos guardada, sin embargo, no nos aguantamos las ganas de decírsela a alguien?
¿Qué sucede cuando contamos nuestro secreto? ¿No se pierde la sustancia de él?
¿No se pierde el encanto y es como si ya no tuviera la misma importancia como cuando lo teníamos en secreto?
Son variados los ejemplos de éxito que muchas compañías en el mundo han tenido solo porque han sabido salvaguardar muy bien un secreto. Las fórmulas, los proyectos, los inventos, las ideas, etc., no pueden ser objeto de conocimiento público, pues su existencia se vería gravemente afectada si la competencia llegase a conocer de ella.
Sentimientos como la envidia, los celos, el odio, el egoísmo, etc., están a flor de piel para destruir cualquier secreto que sea revelado. Es una mala y pésima costumbre que los individuos cuenten sus secretos de familia a otros. En la mayoría de los casos, los demás sabrán aprovechar la información suministrada a ellos para causar daño.
Numerosos son los pasajes del Torah, profetas y escritos en los que aparecen docenas y docenas de misterios, enigmas o secretos ocultos susceptibles de ser revelados a quienes cuidadosamente sepan reservarlos para las personas indicadas, idóneas y capaces de dar continuidad al proceso de conservación del tesoro escondido; como también son numerosos los pasajes del Besorah (Buena Nueva) en que Yahshuah, El Mesías, pide que se guarde silencio. ¿Por qué?
Veamos en primera instancia cuándo es que Mashiyacj exhorta a guardar silencio, es decir en qué momentos lo hace:
Después de efectuar una sanación
Después que Sus discípulos le hacen algunas preguntas
Después que algunos discípulos experimentan una experiencia y concientización plenas
Yahshuah recomienda a Sus seguidores que callen en múltiples ocasiones, a lo sumo diecisiete veces.
Algunos de esos ejemplos son:
מַתִּיָהוּ
Matiyaju 8:4 en donde la observación es: “Mira, no se lo digas a nadie”
מַתִּיָהוּ
Matiyaju 9:30 en donde: “Miren que nadie lo sepa”
מַתִּיָהוּ
Matiyaju 17:9 en donde: “No digan a nadie la visión”
מַרְקוֹס
Markos 1:44 en donde: “Mira, no digas a nadie nada”
מַרְקוֹס
Markos 3:12 en donde: “Para que no le descubrieran”
מַרְקוֹס
Markos 9:9 en donde: “Que a nadie dijesen lo que habían visto”
לוּקַס
Lukas 5:14 en donde “Y Él le mandó que no lo dijese a nadie”
Generalmente, en la superficie, se han interpretado estas exhortaciones como una especie de prevención colectiva motivada por miedo o temor a represalias o persecución en contra de El Mesías y sus seguidores. Sin embargo, a un nivel más profundo e interior, la exhortación o llamamiento a guardar silencio es un verdadero Torah o Instrucción de carácter netamente inmaterial.
La capacidad de estar en silencio preserva la energía del individuo que calla.
El mejor ejercicio para un recién iniciado es emplear su dedo índice el cual refleja la figura del número uno, el cual lleva a su boca para efectuar la primera acción de su vida, callar.
Una vez calla su boca, el recién iniciado emplea ese mismo dedo índice para escuchar.
Una vez ha escuchado, el recién iniciado emplea su dedo índice para observar.
Y una vez ha observado, el recién iniciado emplea su dedo índice para pensar y analizar la situación en juego.
Todas las acciones anteriores son la esencia del Análisis, es decir, la sustancia para saber guardar un Secreto tan preciado como el que El Maestro requiere que guardemos en lo profundo de nuestro Ser.
La naturaleza de la relación entre El Maestro y Su discípulo y lo que representa sobre todo para este último, debe mantenerse a un nivel íntimo y secreto. Lo que se experimenta en compañía de El Maestro no debe divulgarse desconsideradamente al exterior, sino que debe preservarse como el bien de incalculable valor (el tesoro escondido) que sin ser divulgado se multiplica paulatinamente. Más tarde, quizás, cuando llegue el momento oportuno, el alimento espiritual que el discípulo ha ido absorbiendo de El Maestro, podrá ser compartido con los demás.
Tampoco un discípulo debe mantener en secreto la Enseñanza movido por el egoísmo o por sentimientos de superioridad, pero sí debe evitar que la Enseñanza se dilapide o se derroche por un inconciente afán de popularidad.
Así, saber callar aumenta las posibilidades de análisis, ideas y planes, es decir, que es la oportunidad más grande para permitir que el pensamiento haga su trabajo. Guardar un secreto puede ser en sí mismo un ejercicio, sin embargo sus beneficios son muy valiosos, máxime cuando se trata del vínculo más profundo que dos seres humanos puedan establecer, el de El Maestro con Su discípulo.
En La Escritura Sagrada tenemos un claro ejemplo de las consecuencias que conllevan el no saber guardar un secreto. La desagradable experiencia la vive justamente Shimshon (Sansón) quien preso del capricho de dos mujeres en dos ocasiones no supo guardar silencio. Favor leerse los dos relatos en que Shimshon cae presa en las trampas (meandros o serpientes) de lo mental, en donde las culpables no son las dos féminas que lo provocan, sino él mismo, quien permitió con suma inmadurez de espíritu que lo provocasen.
שֹׁפְטִים
Shoftiym (Jueces) 14:16-17
שֹׁפְטִים
Shoftiym 16:15-19
En ambos casos, Shimshon empleó impulsivamente y con propósitos egoístas el don especial (motivo del Secreto) que Yahveh le había concedido. La Fuerza de Yahveh había venido sobre Shimshon, sin embargo él vio solo su propia fuerza (la superficie) y no El Resplandor oculto en ella (el interior). Aunque pudo estrangular a un león, en el fondo Shimshon no tuvo la madurez como maestro para controlar sus impulsos físicos y su desmedida lujuria traducidos en simples debilidades expuestas ante el enemigo, quien a la postre supo capitalizarlas en su contra. Shimshon se permitió ser doblegado por la persistencia manipuladora de dos mujeres en ámbitos distintos y en escenarios diferentes. La persistencia y la persuasión externas actuaron como su enemigo íntimo hasta sustraerle en definitiva la Verdad, el Secreto.
La miel en los labios de muchos hace que el veneno en sus corazones penetre en nuestro interior y sustraiga nuestros más preciados tesoros.
La debilidad expuesta de Shimshon fue su deseo de amor y placer sexual, ello fue lo que lo engañó, ese fue su propio s.a.t.a.n.
¿Cómo pudo Shimshon ser tan tonto? En cuatro ocasiones la mujer se aprovechó de él. ¿Cómo no darse cuenta en la primera, segunda y tercera ocasiones? Pensamos que Shimshon fue un tonto, sin embargo, ¿cuántas veces nosotros hemos permitido que por nuestras debilidades expuestas nuestros enemigos se aprovechen por medio de las lisonjas, las zalamerías, los sobornos o los chantajes y nos rendimos ante la tentación y las creencias equivocas? Así como Shimshon se convirtió en esclavo de sus pasiones, en repetidas ocasiones muchas circunstancias en nuestras vidas nos han hecho esclavos, y en la mayoría de los casos ni siquiera nos damos cuenta de ello. En el fondo, Shimshon, en lugar de conservar la fuerza de voluntad para no divulgar su Secreto, reveló su debilidad extrema.
Tenemos algunos ejemplos en Los Escritos Sagrados acerca de cómo saber callar y cómo mantener y conservar El Secreto, es decir la Enseñanza.
Saber callar
אִיּוֹב
Iov (Job) 33:31
Atiende, escucha, guarda silencio, y Él hablará
מִשְׁלֵי
Mishley (Proverbios) 17:28
Hasta al necio, si calla, se le tiene por sabio, por inteligente, si cierra los labios.
עָמוֹס
Amos 5:13
Por eso el hombre sensato calla en esta hora, que es hora de infortunio.
Cómo mantener y conservar El Secreto
אִיּוֹב
Iov 15:8-9
¿Escuchas acaso los secretos de Elojiym? ¿Acaparas la sabiduría? ¿Qué sabes tú, que nosotros no sepamos? ¿Qué comprendes, que a nosotros se escape?
תְּהִלִים
Tjiliym (Salmos) 31:20
Tú los escondes en el secreto de tu rostro, lejos de las intrigas de los hombres; bajo techo los pones a cubierto de la querella de las lenguas.
תְּהִלִים
Tjiliym 51:6
Y tú amas la verdad en lo íntimo del ser, y en lo secreto me enseñas la sabiduría.
מִשְׁלֵי
Mishley 11:13
El que anda calumniando descubre secretos, el de espíritu leal oculta las cosas.
מִשְׁלֵי
Mishley 20:19
El que anda murmurando descubre secretos; no andes con quien tiene la lengua suelta.
מִשְׁלֵי
Mishley 25:9-10
Defiende tu causa contra tu prójimo, pero no descubras los secretos de otro, no sea que el que lo oye te avergüence, y que tu difamación no tenga vuelta.
מַתִּיָהוּ
Matiyaju 6:3,4
Tú, en cambio, cuando hagas ofrenda, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu ofrenda quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
מַתִּיָהוּ
Matiyaju 6:6
Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento (tu interior) y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
מַתִּיָהוּ
Matiyaju 6:18
Para que tu ayuno (abstinencia, hambre, necesidad, privación, mortificación, sacrificio, continencia, renuncia, contención) sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Moraleja
No hables con nadie sobre tus planes, solo con tu Creador que es la Fuente de energía para lograr tus proyectos. Es extremadamente importante no decirle a nadie en lo que estás trabajando mental y espiritualmente a fin de lograr la abundancia y la riqueza que quizás, al revelarlas a otros, ellos te las arrebaten. En caso de revelar tus secretos, romperías la conexión con tu Creador y toda la energía en virtud de desarrollarlos inevitablemente se perderá. El Secreto Absoluto es necesario. Es mejor que no despiertes la envidia de otros sobre ti mismo. Nunca comentes con nadie tu secreto. Ya sabes, es un secreto….